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No podemos callar lo que hemos visto y oído. (Hch. 4, 20)

El hiyab

El hiyab

 

Nunca me ha parecido del todo incorrecto que los crucifijos sean quitados de los centros públicos de enseñanza, es decir: creo que un estado no confesional como lo es el nuestro, en los espacios públicos pueden no estar presentes los símbolos religiosos de una religión concreta, aunque realmente quizás lo más coherente fuese no quitar unos sino más bien permitir otros, potenciando de este modo que los alumnos puedan conocer el significado de cada uno de ellos; máxime cuando a algunos políticos parece llenárseles la boca de hablar de interculturalidad y alianza de civilizaciones, pues bien, la alianza de civilizaciones comienza por el respeto a las demás religiones, y el respeto a su vez por el conocimiento que radica toda ignorancia. La ignorancia a su vez, puede ser el punto de arranque de los radicalismos religiosos, partamos de educar y el respeto vendrá solo. Aunque también puede darse el caso de que en el fondo nuestros políticos no estén tan interesados como dicen en la alianza de civilización, dado que por un lado la propugnan mientras por otro venden armas a palestino y hebreos para que se maten entre ello. Quizás la famosa alianza responda más a la demagogia política que al auténtico deseo de la búsqueda del ecumenismo. El caso es que puedo entender que en un aula pública niños musulmanes o hebreos o de cualquier otra confesión, puedan sentirse un poco incómodos por la presencia de algunos símbolos, sean de la índole que sean. Por ello no me parece mal que el espacio público educativo no esté presente, pero si no hay ningún símbolo, que sea ninguno. A mí también puede molestarme contemplar día a día un hiyab (velo musulmán). No lo que no es permisible es que la eliminación de los símbolos religiosos sea unidireccional, es decir solo hay que eliminar los símbolos de una religión concreta. Esto sí que me parece sectario, ignorante y anticonstitucional. No pueden permitirse unos si y otros no, el estado no puede ni debe primar a unos si y a otros no. El velo islámico es un símbolo religioso, y no solo eso, sino que es uno de los más fuertes e identificativos; si lo comparásemos vendría a ser el crucifijo cristiano. Por lo tanto, resulta evidente que carece de lógica alguna el permitir su uso si antes no se permite el uso de cualquier otro tipo de símbolo religioso de otras religiones.

Es conveniente conocer su significado. Así lo dice el Corán:    Los que creéis: no entréis en los aposentos del profeta si no se os ha invitado a comer, ni sin que sea el momento. Pero cuando se os haya invitado, entrad, y cuando hayáis comido, salid sin daros familiarmente a la conversación. Esto ofende al profeta y se avergüenza de decirlo, pero Dios no se avergüenza de decir la verdad. Y cuando les pidáis algo a ellas hacedlo detrás de un velo: es más puro para vuestros corazones y para los suyos. No podéis ofender al enviado de Dios ni casaros jamás, después de él, con sus esposas. Ello es, para Dios, un gran pecado. (Corán, 33, 53).

Aún más, la página oficial del islam dice: Uno de los conceptos elevados del hiyab es la cuestión de controlar la mirada. Es decir, ella no invita a los hombres, con su actitud y vestimenta a que la miren. Es posible que la mujer, vista de tal manera que lo que está haciendo es ser como un cartel publicitario que dice: "ven sígueme".

El caso de Najwa Malha ha reabierto el debate sobre el hiyab. Pero quizás el auténtico debate no sea más que una cortina de humo para distraernos de otras cosas más importantes, dado que no hay debate posible en éste asunto si nos atenemos a la constitución: ella podrá llevarlo siempre que quiera, pero si se hace una prohibición explícita de los símbolos religiosos, ella también tendrá que quitárselo.

Aplíquese su uso o no, en un sentido u otro, pero de forma general y nunca partidista. No hagamos de lo religioso, en todos los sentidos, escusa de nuestros mal intencionados objetivos políticos, pues detrás de cada velo o crucifijo hay una persona, una identidad y una fe que respetar.

1 comentario

Daniel jose -

hay que concretar que en este pais nuestro espacio publico es naturalmente un espacio público cristiano porque el cristianismo es la religion que reina en España. Por esta razon no me parece correcto que quiten los cricifijos en las aulas públicas, es una insurreccion. Porque no nos dejan los muslmanes construir iglesias catolicas en sus paises y nosotros si le dejamos las mezquitas? Porque no quitan los simbolos d su religión?
Sencillamente cada religión mira por sí misma y no por la igualdad! Las religiones estan manipuladas y politizadas!